A nivel mundial, las ventas de vehículos eléctricos (VE) se han acelerado considerablemente en los últimos años. Como consecuencia, la demanda de infraestructuras de recarga, tanto en los hogares como en los lugares públicos, ha aumentado considerablemente. Sin embargo, recargar un vehículo eléctrico es una experiencia nueva para muchos y puede resultar confusa.
Por ejemplo, saber cómo pagar la recarga de un vehículo eléctrico es una pregunta habitual que se hacen muchos conductores noveles de vehículos eléctricos. Este artículo pretende aclarar esta confusión ofreciéndole una visión clara de las diferentes opciones de pago y explicando por qué hay tantas opciones para empezar.
¿Hay que pagar por recargar un coche eléctrico?
Aunque sin duda hay casos en los que se puede recargar el coche de forma gratuita (por ejemplo, en el lugar de trabajo, o si una empresa lo ofrece gratuitamente, como un supermercado o un restaurante), lo más probable es que 9 de cada 10 veces haya que pagar por ello.
Cómo pagar la recarga de un coche eléctrico: un breve resumen
Hay muchos matices diferentes que determinan cómo funciona el pago por la recarga de un VE, pero en general se puede dividir en recarga en casa frente a recarga en un lugar público.
Cómo pagar la recarga en casa
Pagar la recarga en casa es fácil, ya que los cargadores domésticos están conectados al contador eléctrico de su vivienda, por lo que el coste de la electricidad utilizada para recargar su coche se añade simplemente a su factura mensual.
Cómo pagar la recarga pública
El pago de la recarga pública es un poco más complejo y depende del operador o de la red de puntos de recarga. Aunque a menudo se puede pagar por uso, muchas redes ofrecen membresías o suscripciones que permiten acceder a tarifas más bajas a cambio de una cuota mensual. El pago se suele realizar a través de una aplicación, una tarjeta RFID o un llavero, o incluso directamente con una tarjeta de crédito o débito sin contacto.

A continuación, entraremos en más detalles y explicaremos cómo funciona el pago de la recarga de un VE.
¿Cómo se paga la recarga de un coche eléctrico?
En comparación con un coche de gasolina, en el que la única opción para repostar es acudir a una gasolinera, un VE ofrece mucha más flexibilidad en cuanto al momento y el lugar en el que se decide recargar. Dado que la electricidad está omnipresente y disponible en casi todas partes, las opciones de recarga son muy variadas.
Diferentes tipos de recarga
Antes de examinar cómo pagar la recarga, es importante diferenciar los distintos tipos de recarga. Sin entrar en detalles técnicos, las dos formas de recargar su VE son la recarga privada y la recarga pública.
La recarga privada, también conocida como recarga residencial o doméstica, se refiere a los cargadores instalados en un lugar que no es accesible para todo el mundo, normalmente el hogar o un aparcamiento privado en un complejo de apartamentos.

Por otro lado, los cargadores públicos se pueden encontrar en diversos lugares públicos, como supermercados, aparcamientos comerciales, restaurantes, hoteles y gasolineras. Cualquier persona puede consultarlos y utilizarlos, aunque es posible que sea necesario registrarse o crear una cuenta con el operador del punto de recarga.

La forma de pagar la recarga de tu vehículo eléctrico depende de si utilizas un cargador privado o público. A continuación, analizaremos cada uno de ellos en detalle.
Cómo pagar la recarga de tu coche eléctrico en casa
El pago de la recarga en casa es sencillo: los puntos de recarga domésticos están conectados a tu circuito eléctrico, lo que significa que la energía que consumes se registra en tu contador y se añade a tu factura de electricidad.
El importe de los gastos de recarga en casa depende de varios factores, como su proveedor de servicios públicos, las tarifas eléctricas, la potencia de salida del cargador, el tamaño de la batería de su vehículo eléctrico y su comportamiento al volante. Para obtener un desglose detallado del consumo eléctrico de un vehículo eléctrico, consulte nuestro artículo dedicado a este tema.
La recarga en casa es la forma más sencilla (y normalmente la más barata) de recargar su VE, ya que no necesita suscripciones ni afiliaciones adicionales y paga el precio estándar por kilovatio hora (kWh) de electricidad que consume. Dependiendo de su tarifa eléctrica, es posible que incluso pueda beneficiarse de precios más bajos recargando durante las horas valle, por ejemplo, por la noche.
Cómo pagar la recarga pública
Aunque los cargadores públicos están disponibles con diferentes potencias de salida y pueden tener diferentes costes de uso, el pago suele realizarse de la misma manera.
A diferencia de las gasolineras con personal, donde se puede pagar en efectivo en caja, las estaciones de recarga casi siempre requieren el pago con tarjeta o la facturación a través de una cuenta.
El coste de la recarga varía en función de la potencia de salida del cargador (la recarga rápida casi siempre es más cara), pero suele consistir en una tarifa inicial de conexión más la cantidad de electricidad consumida multiplicada por la tarifa de la red (el precio por kWh).

El principal reto del pago de una sesión de recarga está relacionado con la identificación del usuario final. De hecho, el sistema debe determinar a quién facturar la electricidad consumida. Ahí radica la complejidad del pago de la recarga pública de vehículos eléctricos: la forma en que se lleva a cabo esta autenticación varía de un cargador a otro y entre las diferentes redes de cargadores.
Exploremos las diferentes formas en que se lleva a cabo esta identificación y analicemos cómo funciona cada una de ellas.
La forma de pago está relacionada con la forma de identificarse en la estación de recarga
En general, actualmente existen tres formas principales de autenticarse en una estación de recarga pública: a través de una aplicación, mediante una tarjeta RFID o mediante el sistema «plug and charge».
En todos los métodos, excepto en el pago con tarjeta sin contacto, puede elegir entre suscribirse a un servicio de recarga o pagar por uso; mientras que el primero suele ofrecer tarifas más baratas, el pago por uso permite una mayor flexibilidad.
Recarga mediante una aplicación
Una de las principales formas de gestionar la recarga pública es mediante una aplicación de recarga. Existen numerosas aplicaciones de recarga que le permiten conectarse y autenticarse en los cargadores públicos.
El pago a través de una aplicación de recarga puede realizarse mediante una suscripción o afiliación, en la que se paga una cuota mensual fija y se obtiene un precio reducido por kWh, o bien pagando por uso (normalmente a una tarifa más alta, pero sin pago mensual). Independientemente del método que utilice, los gastos de recarga se cargan en su cuenta y se pueden pagar con tarjeta de crédito o débito, o directamente mediante transferencia bancaria.

Tarjeta RFID/llavero
Otra opción para pagar en un cargador público que no requiere un smartphone es utilizar una tarjeta RFID física o un llavero emitido por el operador del punto de recarga, que contiene su información de autenticación.
Al pasarla por el lector, la estación de recarga reconoce quién está utilizando la estación y sabe dónde enviar la factura. Al igual que con una aplicación de recarga, puede optar por una suscripción o pagar por uso, dependiendo de la frecuencia con la que recargue en una estación pública.
Al igual que las aplicaciones, no todas las estaciones de recarga funcionan con la misma tarjeta RFID. Por lo tanto, si utiliza cargadores de diferentes redes, es posible que tenga que tener y llevar varias tarjetas RFID. Aunque la mayoría de los cargadores modernos también se pueden desbloquear mediante una aplicación, algunos modelos requieren una tarjeta o un llavero RFID, lo que hay que tener en cuenta a la hora de buscar un cargador público.

Pago sin contacto/lector de tarjetas
Quizás la opción de pago más sencilla que ofrecen algunos cargadores públicos sea el pago con tarjeta bancaria sin contacto. Este método no requiere ninguna suscripción ni afiliación; en su lugar, cualquiera puede pagar e iniciar una sesión de recarga pasando su tarjeta de crédito o débito.
Aunque sin duda es el método más flexible para pagar la recarga, también tiende a ser el más caro a largo plazo. No solo es probable que pagues un precio más alto por kilovatio al pagar sin contacto, sino que tampoco podrás beneficiarte de las suscripciones o descuentos que puedan estar disponibles.
¿Cómo se pagará la recarga pública en el futuro?
Sea cual sea su opción de pago preferida, una cosa está clara: el pago de la recarga pública de los vehículos eléctricos puede ser una tarea complicada y confusa, con procesos diferentes y a menudo contradictorios según el operador. Entonces, ¿hay alguna forma de normalizar esto?
Afortunadamente, ya se está desarrollando un enfoque de este tipo en forma de norma ISO, denominada «plug and charge» (enchufar y cargar).

Plug and charge
Plug and charge, «Vehículos de carretera – Interfaz de comunicación vehículo-red», es una norma internacional con el número ISO 15118. Irónicamente, aunque parece potencialmente más confusa que todos los diferentes métodos de pago existentes, esta norma está lista para simplificar considerablemente todo el proceso de recarga pública.
Como sugiere el nombre «enchufar y cargar», la idea detrás de esta norma es eliminar la autenticación manual necesaria al conectarse a un punto de recarga público. En su lugar, los datos de autenticación se almacenarán en su vehículo y se comunicarán automáticamente a un cargador cuando se conecte.
De este modo, el cargador puede determinar a quién facturar sin la intervención del usuario, lo que significa que la experiencia de recarga se simplifica con solo enchufar el vehículo.
Próxima legislación gubernamental para proteger a los consumidores
Los vehículos eléctricos, y la recarga de vehículos eléctricos en general, siguen siendo características relativamente nuevas del sector de la movilidad en la mayoría de los países. Por lo tanto, aún queda mucha legislación y normalización por establecer para garantizar la protección de los consumidores y la prioridad de sus intereses.
Muchos países están empezando a adoptar este tipo de legislación. Por ejemplo, Estados Unidos está trabajando en el programa National Electric Vehicle Infrastructure (NEVI), que exige la interoperabilidad entre los proveedores de recarga, así como sistemas de pago similares, información sobre precios, velocidades de recarga y otras características que mejorarán considerablemente la experiencia del usuario.
Al otro lado del Atlántico, las propuestas europeas «Fit for 55» incluyen legislación destinada a mejorar la experiencia del usuario y a establecer una infraestructura de recarga equitativa, abierta y accesible en el marco del Reglamento sobre infraestructuras para combustibles alternativos (AFIR).

Itinerancia de recarga de vehículos eléctricos
Si bien la interoperabilidad y la compatibilidad entre las redes de recarga dentro de un país son importantes, garantizar que los vehículos eléctricos puedan recargarse más allá de las fronteras es una consideración que a menudo se pasa por alto. Ahí es donde entra en juego la itinerancia.
Puede parecer complicado, pero tenemos un ejemplo para ayudar a aclararlo.
La itinerancia de recarga de VE es muy similar a la itinerancia de su teléfono, ya que le permite conectarse a la red de un país extranjero y utilizar los datos y las llamadas telefónicas como lo haría normalmente. En 2017, la UE propuso una nueva normativa que denominó «Roam Like at Home» (Itinerancia como en casa). Esta ley permitió a todos los consumidores europeos llamar, enviar SMS y utilizar datos móviles sin costes adicionales, independientemente del lugar de la UE en el que se encontraran.
La itinerancia en el contexto de la recarga de vehículos eléctricos garantizará a los conductores que puedan utilizar y conectarse a cargadores públicos fuera de su país de origen. Pero la itinerancia no se limita a la facturación transfronteriza.
Con la itinerancia, los conductores pueden recargar en estaciones pertenecientes a cualquier otra red CPO con una sola suscripción. Esto significa que ya no hay tarjetas de recarga ni suscripciones a diferentes aplicaciones.
De este modo, los conductores pueden recargar en cualquier punto de recarga accesible al público, sin tener que preocuparse por los costes adicionales ni verse obligados a firmar un contrato con el proveedor que gestiona ese punto de recarga.
En lugar de pagar en la estación, el conductor seguiría pagando la recarga como lo hace en casa: a través de su operador o de su suscripción de recarga.
La diferencia entre la itinerancia y la opción de pago ad hoc añadiendo un lector de tarjetas de crédito es básicamente la misma que la diferencia entre adaptar un teléfono público antiguo para que acepte tarjetas de crédito o utilizar la conectividad digital de un smartphone actual.

Pagar por recargar un vehículo eléctrico puede ser una experiencia compleja e intimidante, especialmente para los nuevos conductores de vehículos eléctricos. Lamentablemente, no existe un método único en el que los conductores de vehículos eléctricos puedan confiar siempre, ya que las diferentes redes, operadores y países utilizan métodos distintos: ya sea a través de una aplicación, utilizando una tarjeta RFID o un llavero, o simplemente con una tarjeta de crédito o débito.
Sin embargo, a medida que el mercado de los vehículos eléctricos madura, las nuevas legislaciones y normas hacen que el panorama actual de recarga, tan dispar, pronto sea cosa del pasado. Por ejemplo, el sistema «plug and charge» está a punto de aportar nuevos niveles de transparencia, interoperabilidad y facilidad de uso a la experiencia de recarga.
Para obtener más información sobre lo que significan las nuevas regulaciones en Europa para los conductores de vehículos eléctricos, consulte nuestro blog dedicado. Si desea obtener más información sobre la recarga pública de vehículos eléctricos, consulte nuestro artículo sobre el uso de un cargador público.
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