La carga en corriente continua funciona con la inmensa mayoría de los turismos. Por defecto, los VE cargan sus baterías con corriente continua, lo que significa que casi todos aceptan la carga rápida con CC. Sin embargo, la potencia que puede soportar cada batería es otra historia. Algunas baterías pueden aceptar 350 kW, mientras que otras sólo 50 kW. Además, una parte muy pequeña de los vehículos eléctricos con baterías más pequeñas no tienen capacidad para cargarse con carga de CC; por ejemplo, el Fiat 500 no ofrece capacidad de carga rápida. Para sacar el máximo partido de la carga rápida con CC, es importante saber si el vehículo eléctrico admite la carga con CC y, en caso afirmativo, cuál es la potencia máxima que acepta.