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A medida que aumenta la adopción de la movilidad eléctrica, los conductores disfrutan de la libertad de poder cargar sus vehículos eléctricos (VE) en distintos lugares. Aunque el lugar más habitual para cargar un VE es el hogar, la carga pública también es vital para muchos, con el 31 % de los conductores de VE cargando regularmente en aparcamientos públicos y comerciales.

Usar un cargador público no es nada del otro mundo, pero conviene tener en cuenta algunos aspectos, y el proceso puede ser bastante diferente a cargar en casa. Este artículo explica lo básico de la carga pública y te guía por los 4 pasos principales que debes seguir para cargar tu coche eléctrico en una estación pública.

Hombre recargador son vehículos eléctricos a une borne de recarga pública, estacionamiento

¿Qué es la carga pública de VE?

Antes de entrar en los detalles de cómo usar un cargador público, vale la pena definir exactamente qué es. Aunque existen muchos tipos de cargadores públicos, por lo general, un cargador público es una estación de carga accesible y utilizable por el público. Es decir, a diferencia de la estación doméstica, un cargador público no pertenece al conductor del VE.

Así, las estaciones de carga públicas abarcan desde cargadores rápidos en áreas de servicio de autopistas hasta cargadores en aparcamientos públicos, garajes y comercios. Ahora que ya hemos definido qué es un cargador público, veamos cómo utilizarlo.

Cómo usar estaciones públicas de carga para coches eléctricos

Recarga de un vehículo eléctrico en público, principal en el soporte de recarga

1. Consigue el cable de carga

Cuando llegues a una estación pública, el primer paso es localizar el cable de carga. En muchos casos, el cable estará integrado y unido a la propia estación; sin embargo, en otros necesitarás usar tu propio cable para conectar el coche al cargador. Normalmente lo proporciona el fabricante del coche y suele guardarse en el maletero.

Por supuesto, los conectores y los cables varían según la región y el tipo de cargador, así que merece la pena comprobar qué se usa donde vives.

2. Conecta el coche a la estación de carga

Tras encontrar el cable de carga, el siguiente paso es usarlo para conectar tu coche a la estación. Si el cable está integrado en el cargador, basta con conectarlo al puerto de carga de tu vehículo. Este suele estar donde estaría la tapa del depósito en un coche de gasolina —a un lado u otro—, aunque algunos modelos lo ubican bajo el emblema delantero.

Muchos coches tienen conectores diferentes para carga normal y rápida, por lo que si el conector parece distinto, puede deberse a eso. En general, la mayoría de coches admiten carga rápida, así que si el conector encaja en el puerto, tu vehículo debería ser compatible. Si no encaja, no lo fuerces: probablemente no sea el cable correcto para tu coche.

Si usas tu propio cable, tendrás que conectarlo tanto a la estación como a tu coche. Por lo general, la toma de la estación es visible, aunque puede tener una tapa de protección que debas levantar.

Mujer recargadora de vehículos eléctricos a través de una base de recarga pública

3. Autentícate e inicia la sesión

Una vez conectado el coche con la estación, toca iniciar la sesión de carga. Para comenzar, normalmente tendrás que identificarte para que la estación asocie el pago a tu cuenta. Esto suele hacerse con una tarjeta RFID, un llavero o una aplicación para smartphone específica, según el cargador. En algunas estaciones podrás iniciar la sesión directamente acercando tu tarjeta de débito o crédito.

En cuanto el cargador te identifique, la carga comenzará. Suele reflejarse con LEDs en el propio cargador y, en algunos coches, también cambian de color o parpadean con un patrón determinado (o ambos). Mientras el vehículo carga, puedes seguir el proceso en el cuadro de instrumentos del coche, en la pantalla de la estación o en la app de carga (si la estás usando).

4. Finaliza la sesión de carga

Cuando tu VE alcance el nivel de carga deseado, es momento de terminar la sesión. Por lo general, se hace del mismo modo que la iniciaste: pasando de nuevo la tarjeta o el llavero por la estación o deteniéndola desde la app.

Durante la carga, el cable suele quedar bloqueado al coche para evitar robos y minimizar el riesgo de descarga eléctrica. Al finalizar, puede que tengas que desbloquear el cable desde el propio vehículo antes de retirarlo.

El último paso es desenchufar el cable y devolverlo al cargador (si estaba integrado) o guardarlo en el maletero (si era tuyo). ¡Tu VE ya está cargado y listo para salir!

¿Cómo funciona la carga de VE?

Aunque arriba hemos descrito cómo usar una estación pública, quizá te preguntes cómo funciona exactamente la carga y qué factores determinan las diferencias entre estaciones.

En general, todas las estaciones operan bajo el mismo principio: cargan la batería del VE suministrándole energía. Sin embargo, varían en el tipo de corriente y en la potencia que pueden entregar.

Aplicación de recarga móvil de un vehículo eléctrico en público.

Carga en CA y en CC

La principal diferencia entre estaciones es si proporcionan corriente alterna (CA) o corriente continua (CC). Sin entrar en demasiada técnica, la CA alterna su dirección un número determinado de veces por segundo, mientras que la CC fluye de forma constante.

A nivel global, nuestras redes eléctricas funcionan con CA; sin embargo, la mayoría de dispositivos electrónicos, incluidas las baterías de los VE, almacenan la energía en CC. Por ello, en algún punto del proceso debe producirse la conversión de CA a CC. La diferencia clave entre estaciones es dónde se realiza esa conversión.

Con estaciones de carga en CA, la corriente alterna llega al coche y un convertidor a bordo la transforma en CC. Con la carga en CC, en cambio, la energía se convierte en CC en el propio cargador, lo que permite evitar el convertidor a bordo —a menudo más lento— e introducirla directamente en la batería.

Por este motivo, los cargadores más rápidos suelen ser de CC —de ahí que a menudo se hable de cargadores rápidos en CC. En la práctica, los cargadores de CC más veloces pueden ofrecer hasta 350 kW de potencia, capaces de cargar un VE en alrededor de 15 minutos. La carga rápida en CC también es esencial para los viajes de larga distancia, permitiendo recargas ágiles sobre la marcha.

Recarga de un vehículo eléctrico a un portador de recarga pública

¿Por qué cargar en estaciones públicas?

Si eres nuevo en los VE, quizá te preguntes por qué optar por la carga pública. Al fin y al cabo, cargar en casa es cómodo y proporciona autonomía más que suficiente para la mayoría de los desplazamientos diarios.

A diferencia de los coches de gasolina, que solo repostan cuando baja el nivel, los VE pueden cargarse prácticamente allí donde haya una fuente de energía. Esto abre la puerta a la carga oportunista: cargar porque es conveniente y accesible, no por estricta necesidad.

Imagina que vuelves del trabajo y paras en el supermercado a comprar. Si dispone de cargadores públicos, puedes enchufar el coche mientras haces la compra y completar la batería.

Por este motivo, no sorprende que hoy en día el 26 % de los conductores cargue regularmente en supermercados, el 22 % en centros comerciales y el 31 % en ubicaciones públicas o comerciales en general.

Cómo encontrar estaciones públicas de carga

A diferencia de las gasolineras, muy visibles en carretera y fáciles de localizar, las estaciones públicas pueden ser más discretas y aparecer en distintos lugares.

La forma más sencilla de encontrarlas es instalar en tu teléfono una app de localización de estaciones de carga. Aunque hay muchas, en general comparten funciones: mostrar cargadores cercanos y ofrecer información clave como la velocidad de carga, el número de conectores y la disponibilidad.

Las apps de mapas generales, como Google o Apple Maps, también pueden mostrar estaciones públicas, pero puede que no incluyan todas las disponibles en la zona y, por lo general, carecen de información en tiempo real que sí ofrece una app de carga dedicada.

Cómo pagar en estaciones públicas de carga

Otro aspecto importante es el pago. A diferencia de una gasolinera —con personal y caja—, cargar un VE es siempre autoservicio. Por tanto, debes gestionar tú el pago y casi nunca podrás usar efectivo.

En términos generales, puedes pagar de dos maneras. La primera es tener una cuenta con un operador de puntos de carga o un proveedor de servicios de movilidad: en ese caso, suelen darte una tarjeta o llavero RFID para identificarte en los puntos públicos. Los costes de carga se acumulan en tu cuenta y se facturan después.

La otra opción, disponible en algunas estaciones, es pagar directamente con tarjeta de débito o crédito contactless, o a través de la propia app de carga. Esto aporta flexibilidad para usar estaciones de distintas redes, aunque algunos operadores aplican tarifas más altas cuando se paga directamente con tarjeta y, además, te resultará más difícil llevar un control del gasto.

Pago mediante aplicación en una estación de carga eléctrica pública

Aunque la carga pública de VE puede ser una experiencia nueva, ofrece una flexibilidad enorme y puede adaptarse a tu vida y hábitos. Esperamos haber resuelto tus dudas y aclarado el proceso.

Si quieres saber más sobre la carga de VE, o estás pensando en comprar tu primer vehículo eléctrico, echa un vistazo a nuestra guía detallada sobre carga.