Hay varios factores que influyen en el tiempo y en la energía que se consumen en la recarga de tu coche eléctrico.
Hay que tener en cuenta el tipo de estación de recarga, el modelo de coche, el estilo de conducción o las condiciones del tráfico y de la carretera.
El impacto del frenado
Al igual que los coches de combustión, los coches eléctricos consumen más energía cuanto mayor es la acceleración y la velocidad. Cuando se realiza una desaceleración paulatina en lugar de un frenado brusco, la batería podrá recuperar la pérdida de energía. Una vez que se ha superado la mitad del tiempo de recarga, la batería se habrá recargado un 80%. El 20% restante se completa mediante "recarga por goteo", un método que protege la batería para asegurar una vida útil mayor.
El impacto de la equipación del coche
El reproductor de música o las luces tienen un impacto muy limitado en el consumo de energía del coche. Sin embargo, el peso del equipaje o el número de pasajeros son dos factores que afectan bastante a la autonomía del vehículo. Otro factor que también tiene un impacto importante sobre la batería es la calefacción y el aire acondicionado (consumiendo más del 50%). Para evitar este problema, algunos vehículos eléctricos pueden empezar a calentar o enfriar el vehículo mientras que éste sigue conectado a la estación de recarga.
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